Antes de iniciar esta entrevista, quizás vale la pena recordar que la educación, la comunicación y la participación son las tres herramientas sociales de la gestión ambiental. Todas ellas se interconectan y retroalimentan, y en las buenas prácticas de gestión ambiental todas deben estar presentes.
Es por ello que deseaba poder incluir en esta serie a más comunicadores ambientales y es para mí un orgullo tener la oportunidad de entrevistar a alguien con la trayectoria de Gilberto Carreño. Este comunicador formado en la UCV y egresado en 1979 tiene una extensa e importante hoja de vida que lo llevó a trabajar en importantes diarios tales como Ultimas Noticias, El Universal y El Nacional entre otros; pero también en instituciones del Estado venezolano como el Ministerio del Ambiente y la Alcaldía de el Hatillo, entre otros retos y aventuras periodísticas que le llevó a acometer su enorme impulso como divulgador y promotor ambiental.
En todas estas etapas, una de sus preocupaciones permanentes fue la formación de los periodistas como comunicadores ambientales y su desarrollo como colectivo importante y trascendente. Este esfuerzo tuvo su época dorada en los años ochenta y noventa del siglo pasado al haberse consolidado un extraordinario grupo de periodistas que fueron factores muy importantes de las luchas ambientales de esa época. Pero aún en este momento presente lo conseguimos trabajando con gran pasión en la formación de los nuevos talentos necesarios para informar y estimular a los venezolanos a actuar responsablemente por la protección de nuestro ambiente.
Sin más aquí los dejo con Gilberto Carreño.
¿Puedes decir por qué eres un comunicador ambiental?
Después de más de 40 años vinculado al manejo de la temática ambiental, desde diversas posiciones, sospecho que mi inclinación predominante es la de comunicar a distintos públicos, a través de los más variados medios, lo que en el curso de todo este tiempo he venido conociendo y aprendiendo en materia de ambiente y recursos naturales.
¿Cómo llegaste a convertirte en comunicador ambiental?
La preocupación por el deterioro que venía observando de la Caracas que comencé a conocer desde el año 1946, cuando me trajeron de apenas un año de nacido desde Carúpano, mi ciudad natal, me impulsaron a solicitar siempre un espacio en el primer periódico al cual preste mi servicios en 1972. Fue en el diario La Verdad, donde pese a que mi pauta estaba generalmente orientada hacia la búsqueda de informaciones políticas, siempre me las arreglé para que mis jefes de información me aceptaran las informaciones “coladas” sobre asuntos relacionados con el maltrato a la vegetación caraqueña y al progresivo desmejoramiento de la calidad de vida en nuestra querida ciudad capital.
Últimas Noticias fue el otro periódico que, durante mi paso por ese diario (1979-80), me permitió adentrarme en los barrios para conocer de una manera directa sus diversos problemas, y adonde a simple vista resaltaban las paupérrimas condiciones en las que se desenvolvía (y se sigue desenvolviendo) la vida de sus pobladores.
Mi desempeño como periodista al servicio del Ministerio de Agricultura y Cría y Corpomercadeo (1975), me permitió conocer sobre la realidad ambiental de las comunidades campesinas del país, que contribuyeron a darme otra visión sobre el modo de vida de una gran porción de venezolanos; pero puedo asegurar que mi afirmación como comunicador ambiental la logré en el diario El Universal (1980-1989), donde tuve por parte de mis jefes de información la más amplia libertad y apoyo para desempeñarme en el área. Ya no sólo se trataba de abordar sobre los distintos temas ambientales de la ciudad, sus problemas y sus propuestas, sino que me permitió ir al encuentro de otros grupos de pobladores de nuestro país, para conocer la vida y problemas ambientales de comunidades indígenas como las los guarao, en el Delta, o de los yanomami y otras etnias, en Bolívar y Amazonas.
Es importante señalar la importancia que ha tenido en este proceso, que me llega a la conclusión de considerarme un periodista ambiental, mi participación en curso dictados por variadas instituciones, entre las que debo destacar a las empresas que en su momento formaban parte de la industria petrolera (Maraven, Lagoven, Corpoven), el Ministerio del Ambiente, así como organizaciones no gubernamentales del país, entre otras.
¿Cuál es el proyecto más significativo en materia de comunicación ambiental en el cual has participado o participas?
Considero que mis proyectos ambientales más significativos, además de lo que considero mi realización personal como periodista ambiental, es y ha sido el de promover el ejercicio de la comunicación en esta materia. Puedo, en primer lugar, citar uno pasado: como director de Información y Relaciones Públicas del Ministerio del Ambiente (1989-1990), cargo a través del cual me propuse conformar en el país un amplio grupo de comunicadores ambientales. Así, con el apoyo del Círculo de Periodismo Científico (CPC), representado en su oportunidad por una de las periodistas que más ha aportado en esa interminable y encomiable tarea de formar comunicadores ambientales, Marisela Salvatierra, fuimos a varios estados del país a promover el ejercicio de esta actividad y a conformar capítulos ambientales del CPC en ciudades como Maracaibo, Porlamar y Puerto La Cruz, entre otras, cosa que en su momento se logró de una manera aceptable.
¿Cuál es el proyecto más significativo en materia de comunicación ambiental en el cual has participado o participas?
Considero que mis proyectos ambientales más significativos, además de lo que considero mi realización personal como periodista ambiental, es y ha sido el de promover el ejercicio de la comunicación en esta materia. Puedo, en primer lugar, citar uno pasado: como director de Información y Relaciones Públicas del Ministerio del Ambiente (1989-1990), cargo a través del cual me propuse conformar en el país un amplio grupo de comunicadores ambientales. Así, con el apoyo del Círculo de Periodismo Científico (CPC), representado en su oportunidad por una de las periodistas que más ha aportado en esa interminable y encomiable tarea de formar comunicadores ambientales, Marisela Salvatierra, fuimos a varios estados del país a promover el ejercicio de esta actividad y a conformar capítulos ambientales del CPC en ciudades como Maracaibo, Porlamar y Puerto La Cruz, entre otras, cosa que en su momento se logró de una manera aceptable.
También los considero de importancia, dos proyectos que llevó a cabo actualmente: por una parte, el desarrollo del portal informativo www.circuloambiental.net concebido como un instrumento dedicado a divulgar las actividades de las diversas instituciones, gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con el tema ambiental y, en segundo lugar, la labor que despliego en las aulas de la escuela de comunicación social de la Universidad Santa María, destinada a continuar esa que me he trazado como una de las tareas que más me animan en la vida, como es la de convencer y entusiasmar, en este caso a estudiantes, para que entiendan la necesidad de contribuir a la conformación de la cultura ambiental que el país requiere.
¿Cómo ves el estado actual de la comunicación ambiental en Venezuela?
Observo que no se encuentra en su mejor momento. El espacio es muy reducido y el tema es sólo atendido en casos cuando se presenta como suceso (un incendio forestal, un derrame petrolero, un ecocidio demasiado evidente…). No se desarrolla de una manera sistemática, ni hay institución (por lo menos no la visualizamos) que se ocupe de la formación científica del periodismo ambiental. Muy atrás quedaron los tiempos, como aquellos que no tocó vivir en Caracas, cuando reporteros de distintos medios desplegaban un reporterismo sistematizado en distintos medios. Recordamos en los periódicos a destacados comunicadores ambientales como Asdrúbal Barrios en El Nacional; Doris Seguí en el Diario de Caracas; Marinella Hernández en Ültimas Noticias, y en televisión la estelar María Teresa Gutiérrez.
¿Qué sería lo más importante que habría que hacer para mejorar la comunicación ambiental en el país?
En primer lugar, establecer entre las materias prioritarias en las universidades que forman comunicadores sociales en el país, cursos de periodismo ambiental. Segundo, que los organismos oficiales faciliten la comprensión de los variados temas ambientales, mediante la promoción de cursos especialmente dirigidos a los comunicadores sociales, con visitas de campo incluidas. Cabe señalar también en este sentido, la necesidad de que las autoridades ambientales abran sus puertas a la prensa, ya que en la actualidad el acceso a las fuentes oficiales en materia ambiental se encuentra bloqueado, y lo afirmamos con propiedad demostrable. Y, en tercer lugar, que organizaciones no gubernamentales de carácter científico asuman un papel activo en la inaplazable tarea de formar a los comunicadores en las materias que les permitan una mejor comprensión y dominio de la temática ambiental.
Interesante. Ha dicho muchas verdades pero continuamos sin cambiar las cosas, no hacemos nada por divulgar el debr ser de un organismo como lo es el MINEA que no cumple con su papel de hacer cumplir la normativa ambiental vigente y por ello vemos como impunemente estamos acabando o destruyendo nuestras cuencas productoras de agua en todo el ambito nacional. Divulgemos, enseñemos a nuestra poblacion a como hacerlo y como recuperar nuestras cuencas, pero ya! es urgente y necesario por la salud y el bienestar del pais. Ing Agr. Arturo Alfonzo
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