30 nov 2017

País de migrantes ¿un tema relacionado con la biodiversidad?





Ayer miércoles estuve en el Instituto Pedagógico de Caracas dando una conferencia sobre biodiversidad e identidad cultural en tiempos adversos, en un Foro convocado por el Departamento de Arte de esa universidad para hablar de identidad cultural, patrimonio y biodiversidad.

La mayor parte de los presentes en el salón eran estudiantes recién ingresados a la universidad para los cuales ese foro formaba parte de sus actividades académicas.

Uno de los puntos que hablé fue sobre la actual crisis de biodiversidad que estamos sufriendo. Ésta es una más de las que confluyen en la crisis humanitaria compleja que sufre Venezuela.

Comenté que un elemento de esta crisis es la pérdida de los referentes, símbolos y conocimiento sobre la biodiversidad venezolana producto de la diáspora de pobladores del país.

Para tener una idea de cuán importante sería ese problema para los asistentes, les pedí que levantaran la mano aquellos que tenían conocidos que migraron en su entorno inmediato (familia, amigos)

Sorpresa total. Prácticamente la totalidad de los participantes levantaron la mano.

Estamos hablando no de una charla dada en la Universidad Metropolitana o en la UCAB donde estudian muchos hijos de familias acomodadas, sino de una universidad que por sus características y área de especialidad la mayor parte de sus estudiantes pertenecen a la clase media baja.

No he dejado de pensar en el tema desde ese momento. El fenómeno de la migración venezolana está tocando a un número muy importante de familias, trastocando sus vidas, llevándose parte de sus afectos, sueños y esperanzas.

¿Eso tiene que ver con la biodiversidad? Para mí sí.

La gente cuando se va se lleva conocimientos, cultura, memorias y experiencias. En el sitio que ellos lleguen deberán aprender sobre otros contextos culturales y biológicos y sus hijos nacerán o se criarán allí. Ya para ellos no significará mucho el sancocho de pescado, la empanada de cazón, el pisillo de chigüire, la catara, el cazabe, el mañoco, el dulce de coco con piña, ni tampoco los diablos de Naiguatá, la flor de mayo, el turpial, el araguaney, El Ávila, los cayos de Morrocoy, los tepuyes, entre otros muchos referentes de nuestra identidad nacional relacionada con nuestra biodiversidad.

Sí, es verdad muchas de ellas ya las estábamos perdiendo sustituidas por modelos importados, costumbres urbanas y la falta de calidad de la educación. Pero nuestra gente que se fue necesita mantener su identidad y raíces y deberá poder tener la oportunidad de criar a sus hijos enseñándoles el orgullo de ser venezolanos. Si eso no lo hacen serán como otros migrantes en el mundo que han perdido, o peor negado, el vínculo con sus tierras de origen y se convierten en personas desarraigadas y sin dignidad.

Por ello, una labor que tenemos que hacer los que aún estamos en este país, es mantener un contacto estrecho con los que se han ido y con los que se van, para seguir alimentando sus memorias, tradiciones y orgullo por este país. Será por su bien.

Así además, aquellos que vuelvan algún día, traerán nuevos conocimientos, experiencias, sabidurías y  sobre todo su identidad intacta.

22 may 2017

El país de la vida: Apuntes sobre la biodiversidad




Hoy es día mundial de la biodiversidad. Eso suena a cosa de científicos, pero es la fiesta de la vida. Suena también a que en Venezuela no estamos para fiestas. A pesar de ello, hablar de la variedad de la vida es mucho más que ciencia y celebraciones inadecuadas, es un reencuentro posible con lo que somos y lo que podemos ser.

Venezuela debe reconstruirse desde una nueva perspectiva. Ya no podemos ser vistos como el país del petróleo y las políticas populistas, tenemos que ser percibidos como lo que somos: Un país lleno de vida.

La biodiversidad está mezclada con nuestro pasado, presente y futuro, con nuestra cultura y nuestras esperanzas. Está en mi vida, la tuya y la de todas las personas.

En homenaje a la vida contemos algunas anécdotas, reflexiones y deseos sobre la biodiversidad en la vida cotidiana de la Venezuela actual.

El señor Johnny
Lo conocí en San Diego de Cabrutica, un pueblo al sur del estado Anzoátegui, durante un taller para mostrar a comunidades locales el valor de la biodiversidad. Representaba el típico llanero zamarro, hablador y bromista.

En el taller hablábamos sobre el valor de las especies locales para sus comunidades. Cada vez que se nombraba una especie, él decía: “Ese bicho sabe sabroso”, “También comí de eso”… Luego de un rato, yo andaba un poco fastidiado porque me estaba convirtiendo el taller en un torneo gastronómico, y le pregunté: “Señor Johnny, usted como que ha comido hasta zamuro” a lo que me respondió inmediatamente: “¡Noooo! ese bicho es muy duro”…

No estamos dando respuestas a las comunidades pobres sobre cómo usar la biodiversidad para mejorar sus condiciones de vida. Nos empeñamos en contarle cosas que no le importan, ni les benefician de ninguna manera. Mientras tanto las comunidades siguen usando los recursos naturales a su alcance, a veces de manera inadecuada. Ellos no son científicos ni conservacionistas, son gente pobre y lo que le importa a la gente pobre es vivir como se pueda.

En la Venezuela que necesitamos deberemos conectar de manera responsable, respetuosa y con justicia las necesidades de las personas con su biodiversidad.

Pendare
Es una comunidad indígena piaroa (Uwottuja) localizada en el río Sipapo en el estado Amazonas. Allí aprendí que hay más de una manera de entender el mundo y su biodiversidad.

Los indígenas leen su entorno como un reservorio de recursos y significados. Lo que para nosotros es simplemente “selva” y “bichos” para ellos es alimento, herramientas, medicamentos, creencias, religión, cultura, identidad y muchas cosas más. Todo su entorno es parte integral de sus vidas.

Hace muchos años, el mundo occidental y su visión materialista de la naturaleza, comenzó a intervenir en sus vidas y su cultura. Luego la llegada de la fiebre del oro a sus vidas fue, y es, un acto criminal. La mina destruye sus vidas, sus costumbres y su biodiversidad. En palabras de un líder Ye´kuana del Caura: “Cuando los mineros se retiran de una zona, sólo dejan división, conflictos y destrucción”. Una antropóloga me dijo: “La destrucción de la biodiversidad y los ríos es la destrucción de las culturas indígenas”. El Arco Minero es la bomba final que pende sobre ellos.

En la Venezuela que necesitamos entenderemos que la biodiversidad es nuestra principal riqueza y que las comunidades indígenas pueden y deben ser guardianes de los mayores tesoros de nuestro país.

Sumito
Sumito Estévez es un cocinero que ha sabido manejar su marca personal para convertirse en una celebridad por mérito propio. Junto con otros especialistas en el arte de la cocina ha trascendido de las formas tradicionales de la “buena mesa” para trabajar a partir de los ingredientes y culturas locales y convertirlos en productos de exportación.

Este artista de la cocina ha entendido que utilizar y transformar la cultura gastronómica del pueblo margariteño exige dedicación y respeto. Pero a la vez de audacia y creatividad. Todo ello para convertir a un plato de pescadores en algo que pueda interesar a muchos, a la vez que beneficia al pescador y al ambiente.

La comunidad de científicos y ambientalistas de Venezuela no hemos sabido acompañar esas propuestas. En ocasiones han sido atacadas, despreciadas o miradas con mucha desconfianza. En ese sentido hemos sido enormemente hipócritas al criticarlo, mientras a la vez callamos los desmanes de los mercaderes de la fauna y la flora venezolana, los grandes explotadores, los que han llevado nuestra industria pesquera y nuestros pescadores a la ruina.

En la Venezuela que necesitamos conectaremos la biodiversidad con nuestra cultura de múltiples maneras para hacer de lo venezolano una marca de orgullo y valor para el mundo, pero en particular para nosotros mismos.

Guaire
Trichomycterus mondolfi es el nombre científico de un pequeño bagre habitante de la cuenca del río Tuy. Fue también bautizado como bagre de Chacaito entre otros nombres locales. Pero sus nombres no le dicen nada a la enorme mayoría de los habitantes de esa cuenca.

A pesar de ello tiene una gran importancia. Su presencia o ausencia habla de la salud de los ríos. Sólo está presente en las cabeceras de cuerpos de agua no contaminados.

El crecimiento de Caracas no tomó en cuenta a la naturaleza. Así fueron convertidos sus ríos y quebradas en cloacas al aire libre y fue excluida su biodiversidad. Esta acción ha tenido costos muy altos para la ciudad y los tendrá aún mayores cuando nos haga falta esa agua limpia que una vez tuvimos y compartimos con el bagre de Chacaito y muchas otras especies.

En la Venezuela que necesitamos entenderemos que destruir el ambiente en nombre de un supuesto desarrollo es una estupidez suicida, que el agua, los bosques y todos los demás componentes de nuestra riqueza biológica son los seguros de vida de nuestra sociedad.

Boleíta
Es una zona urbana al este de Caracas. En la colonia una gran hacienda le dio su nombre al lugar. Allí el maestro Cabré, pintó dos cuadros de una laguna hoy desaparecida. Más adelante en ese sector abundaban huertos de migrantes portugueses que abastecían de verduras la ciudad. Luego fue convertida en zona industrial y más recientemente se transformó, de nuevo, en un área donde se mezclan de manera caótica usos industriales, comerciales y residenciales.  La biodiversidad desapareció.

O quizás no. Al menos no del todo. Les cuento un secreto. Los domingos en la calle Santa Ana de Boleíta se hace un mercado popular. Allí encontrarán a una señora que vende unas de las mayores y mejores variedades de ajíes que he visto y probado.

En la Venezuela que necesitamos valorizaremos nuestros productos naturales y nuestra cultura como la esencia de lo que somos y el potencial de lo que llegaremos a ser.

Pajaritos
La industria del turismo de naturaleza está creciendo de manera importante y es una alternativa importante en países como Costa Rica y Colombia.

Venezuela es el sexto país de mayor diversidad de aves en el ámbito global. Además su enorme variedad de paisajes hace posible que aquí convivan especies representativas de muchas regiones biológicas.

Al principio del gobierno del presidente Chávez, un estudio sobre potencial turístico, pagado por el ejecutivo nacional, mostró el enorme potencial que el país tenía en el tema de turismo de naturaleza y sugirió fomentar rápidamente esta modalidad turística. Estas recomendaciones nunca fueron aplicadas.

En la Venezuela que necesitamos la biodiversidad utilizada de manera sustentable será un componente central de nuestra riqueza como nación. Riqueza de un país sin hambre, ni miseria.

Herpetología
Ese es el estudio científico de los reptiles y los anfibios.

Esos grupos de animales representan una enorme paradoja: Los científicos que los estudian conocen la enorme importancia de esas especies para la salud de los ecosistemas. Pero para muchas personas representan animales atemorizantes o repugnantes.

Entre las especies de reptiles un pequeño grupo de serpientes son venenosas y pueden ser peligrosas. Pero a la vez, su acción de control sobre plagas como ratas y ratones hace que su presencia en los espacios naturales sea inestimable.

Sólo científicos bien formados y con capacidad para comunicarse con el resto de la sociedad pueden ayudar a tender puentes entre estas realidades. Su labor debe ser educar sobre cómo el respeto y la información pueden ayudar a convivir a los humanos con estos animales.

Tenemos que formar muchos herpetólogos más. Diego Arellano era uno de ellos. Fue asesinado.

En la Venezuela que necesitamos, la defensa de la vida será integral. Toda vida es necesaria. Todos somos parte de la trama de un país que crecerá en un gran árbol de la vida.

Futuro
¿Seguiremos ignorando esas realidades? ¿Seguiremos encadenados a la idea de que el petróleo y el oro son sinónimos de riqueza? ¿Seguiremos con los ojos cerrados al tesoro vivo de nuestra biodiversidad? ¿Seguiremos promoviendo la cultura de la muerte y no la de la vida?

Hay una Venezuela posible, próspera, sana y ecológicamente equilibrada frente a nosotros, podemos alcanzarla.

Feliz día de la biodiversidad.

18 may 2017

La raíz de la vida: Ser biólogo en tiempos difíciles


Ilustración: EDO



¡Oh yo, vida! Todas estas cuestiones me asaltan…
Walt Whitman


Escribo estas líneas en memoria de Diego, Armando y las más de 50 personas asesinadas sólo en este año en el contexto de las protestas que se vienen realizando en Venezuela. Son mis propias reflexiones sobre lo que para mí significa ser biólogo en estos días, por ello me perdonan si hablo en primera persona.

1

“Bio” es una raíz de origen griego que significa vida. Es usada para construir palabras como biografía, biología, biofilia y bioética.

Cuenta mi madre que desde niño tuve aptitudes para la biología. Lo dice, porque según ella, me la pasaba horas enteras mirando la actividad incesante de las hormigas en sus hormigueros. Más adelante disfrutaba viendo documentales de la naturaleza en el antiguo Canal 5.

No sé si para ser coherente con este interés decidí ser biólogo. Para muchos esta resolución es parecida a la de ser economista o taxista: Conseguir un medio para ganarse la vida. Pero no todos lo vemos de esa manera. Aunque por supuesto esperaba que ser biólogo me ayudara a ganarme la vida, esa era sólo una parte de lo que me  gustaba de esa ciencia.

Un biólogo es un científico que estudia el fenómeno de la vida. Pero personalmente creo que uno no puede estudiar algo que no ama. Es como ser médico o artista. En esas profesiones quienes no sientan, en cada caso, un compromiso con la vida de sus pacientes o con el arte, quizás puedan llegar a ser profesionales exitosos, pero su trabajo siempre será imperfecto.

Para mi ser biólogo es un compromiso ético con la vida sobre la Tierra. Desde esta perspectiva los biólogos queremos estudiarla para entender el milagro de la vida. Y luego a partir de allí poder expandir su fuerza en miles de aspectos aplicados a nuestra existencia humana. Acciones que deberían hacerse en permanente diálogo respetuoso con la Naturaleza.

Hablar de compromisos con la Tierra o la Naturaleza suena a discurso populista o a fantasías hippies. Pero la experiencia global nos recuerda que tratar de imponer dinámicas que ignoren los procesos naturales, generalmente termina en degradación humana, cuando no en tragedias.

2

En los últimos años me he ido acercando cada vez más al mundo de los defensores de los derechos humanos.  En principio el trabajo de estas personas no parece tener nada que ver con el de un biólogo por muy perdido que esté.

Pero los derechos humanos parten de una premisa: todos tenemos el derecho a tener vida digna y en libertad. A su vez es claro que si no existen las condiciones ambientales mínimas simplemente estos derechos no pudieran existir.

Piensen por un momento como es vivir en una comunidad donde el agua llega cada cuarenta y cinco días, no hay servicio de cloacas, ni de recolección de desechos. Esos sitios existen en Venezuela, muchos de ellos muy cerca de cada uno de ustedes.

Vivimos en un país con un enorme grado de injusticia ambiental y luchar contra ella también es parte de la labor de alguien que ama la vida.

Algunos creen que esos problemas se solucionan con una buena gestión ambiental realizada por gente profesional, honesta y con sentido de justicia. Sí, eso es parte de lo que se necesita, pero a ello necesitamos unirle una ética de la naturaleza. Algunos autores lo han llamado también ética de la sustentabilidad. No es sólo ser eficientes, es conectar las necesidades humanas actuales y futuras con las dinámicas territoriales y hacerlo desde el respeto por la vida.

En un mundo interconectado todo al final se cierra en un gran ciclo. La ciencia de la vida, los derechos humanos, la naturaleza y el amor por la vida.

3

En estos días me dijeron varias veces que la labor de los grupos ambientales es apoyar en las labores de conservación ambiental y no estar haciendo política.

Y por eso me he preguntado varias veces, para qué sirve trabajar por la conservación de la biodiversidad (la expresión de la vida), la lucha contra los efectos del cambio climático (el futuro de la vida) cuando nuestra juventud, los supuestos beneficiarios de esas acciones, están siendo masacrados día a día. Para qué construir un futuro sustentable cuando se están robando el futuro (la vida de nuestros jóvenes).

Recientemente me golpearon algunas noticias: Ver en mi línea de tiempo de Twitter un llamado a asumir las tareas del reciclaje, al lado del anuncio de la muerte de otro joven; igualmente la que anunciaba la muerte trágica de un colega biólogo amante de las serpientes y colaborador de la vida (ayudaba en la elaboración de suero antiofídico)

Cuidado. Por mi cabeza nunca ha pasado la idea de que los grandes temas ambientales deberían ser desechados o no son importantes en este momento. Por lo contrario, lo son más que nunca. Pero ellos deben estar en el contexto de nuestra realidad.

Venezuela necesita una nueva manera de pensarse y esa debe ser ambiental.

Para ello debe rescatar de los baúles del olvido que somos un país megadiverso, es decir lleno de vida y que podemos utilizar esa riqueza para ser un país donde no haya hambre ni miseria. Pero también reconocer que somos un país vulnerable y complejo que necesita respuestas frente a las realidades de la falta de agua, la contaminación, la desertización y el cambio climático. Es nuestra obligación crear los caminos hacia esa nueva Venezuela vestida de verde.

Pero también necesitamos defender nuestros derechos. Eso comienza por defender nuestra Constitución amenazada por un intento fraudulento de desconocerla y destruirla.

Sé que eso no es fácil. Ya me vilipendiaron por opinar que había que defender la Constitución. También me advirtieron que lo único responsable que podía hacer era incorporarme al debate de la Constituyente ambiental, porque ese proceso iba, opóngase quien se oponga. Eso quiere decir de manera antidemocrática.

Por favor pregúntense ¿cuál es la finalidad de modificar los artículos de la Constitución referidos a los derechos ambientales? ¿Qué significa desarrollar “…constitucionalmente, con mayor especificidad los derechos soberanos sobre la protección de nuestra biodiversidad y el desarrollo de una cultura ecológica en nuestra sociedad"? ¿Pregúntense cuáles son esos derechos soberanos?

Me parece muy poco sensato e incluso suicida hacerse el ciego, el sordo y el mudo ante esas realidades. Quién no defiende sus derechos será siempre un esclavo.

En estos días me ha tocado hablar de derrames petroleros, pero se me ha trancado en la garganta el deseo de hablar más bien de la vida y la muerte de los jóvenes en Venezuela y que sin ellos a quién puede importar la estupidez y decadencia de las instituciones que deberían estar encargadas de la protección ambiental.

Se necesitaba un artista para entender que eso era un falso dilema.

El gran humorista EDO interpretó de manera inmejorable lo que necesitaba decir y no sabía cómo hacerlo. Con su imagen nos enseñó cuál debería ser el objetivo y camino de todos los que amamos la naturaleza y la vida en Venezuela: Lograr hacer valer el grito de ¡No más derrames! ¡Luchemos por la vida!

Gracias EDO

7 may 2017

Ambientalismo de emergencia (2): La democracia como condición para el ambientalismo


Foto Plataforma contra el Arco Minero


En la primera parte de este artículo, concluimos que en la actual crisis venezolana la acción principal de las organizaciones ambientalistas debería centrarse en la defensa de los derechos ambientales de todos los ciudadanos. Asimismo que esta acción tiene una enorme importancia como parte de la construcción de un país democrático, pacífico, libre y sostenible, a la vez que es la única garantía de la protección y conservación del ambiente a largo plazo.

Estas consideraciones son de enorme importancia en el contexto de la crisis actual de Venezuela que está llevando a la población hacia una crisis humanitaria compleja sobre la cual están incidiendo factores ambientales que agravan los problemas de salud, alimentación y seguridad existentes (1) En tal sentido, las organizaciones ambientales deben asumir un fuerte compromiso con la población venezolana y con el rescate de la democracia como único camino a la construcción de una sociedad sustentable.

Pero para muchos, este trabajo de defensa de la democracia es exclusiva responsabilidad de los políticos y los defensores de los derechos humanos, pero nunca de los ambientalistas. Esta idea está fuertemente arraigada en muchas organizaciones venezolanas de las que podemos llamar “técnicas” (2) en contraposición con los movimientos ambientales de base que frecuentemente han tenido un enfoque político más definido y militante.

Esta perspectiva está relacionada con la historia de estas organizaciones en el país, principalmente las que se crearon a partir del modelo de las grandes ONG de conservación ambiental de alcance global (3). En función de ello, una parte importante de las mismas trabajaron apartadas de todo activismo o conexión con los temas políticos y de las situaciones de conflicto socio-ambiental que se han venido produciendo en el país.

En contraste con estas circunstancias, la historia y propósitos de las organizaciones y del movimiento ambiental en gran parte del mundo han estado – y están – directamente ligadas al crecimiento y fortalecimiento de los espacios de democracia y de ampliación  de la vigencia de los derechos humanos.

En el presente artículo vamos a revisar la relación entre la democracia y el origen del movimiento global ambiental y las organizaciones que lo conforman. Así como el por qué éstas tienen – y deben tener – un papel importante en la defensa de las libertades, garantías y procesos que definen esta forma de gobierno.

De la democracia al ambientalismo

Al describir la historia del ambientalismo algunos autores citan hechos y personajes que a lo largo de la historia humana realizaron acciones o propuestas en pro de la conservación ambiental o señalan a distintos personajes tales como investigadores y divulgadores en temas ambientales (4).

Estos autores confunden la historia de las ideas, preocupaciones y el conocimiento ambiental con la historia del ambientalismo como movimiento social. Por supuesto que hay conexiones entre ambos procesos, pero el ambientalismo es un fenómeno social  y por lo tanto no surge hasta tanto la sociedad civil se organiza para actuar en los temas ambientales que le afectan (5). En ese sentido, ese movimiento se inicia en algunos países del mundo a mediados del siglo XX.

El origen de este movimiento puede trazarse a partir de los años 1960 y comienzos de los años 1970 del siglo pasado. Época en la cual se generó una profunda reacción en grandes sectores de la sociedad como producto de una serie de denuncias y alertas sobre los efectos de la degradación ambiental.

Algunos de los hitos importantes de ese momento fueron: Libros como la “Primavera Silenciosa” de Rachel Carlson en 1962, “The population bomb” de Paul Ehrlich de 1971 y la publicación del Informe del Club de Roma “Los Límites del Crecimiento” en 1972. Igualmente, eventos como la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano en 1972, así como el extenso trabajo divulgativo y político de científicos como Barry Commoner y Murray Bookchin (6) entre muchos otros.

Como consecuencia de esta toma de conciencia social, se formaron una importante cantidad de organizaciones ambientalistas (7) principalmente en Norteamérica y Europa, las cuales posteriormente lograron incidir en el desarrollo de las primeras leyes dirigidas al control de la contaminación y la preservación de ecosistemas. A partir de este origen, los movimientos ambientalistas del mundo crecieron y se diversificaron de acuerdo con las características sociales y culturales particulares de cada país y región (8).

Ahora bien, la pregunta que resulta importante en este caso es ¿cuáles fueron las condiciones que permitieron el surgimiento del ambientalismo en esa época y en esos países? Del análisis de ese momento y sus circunstancias es posible extraer al menos cuatro factores:

  • La existencia de una ciencia fuerte y comprometida. El ambientalismo tiene una importante deuda con científicos profesionales bien formados, que a partir de sus logros académicos tuvieron la conciencia y las posibilidades de dar a conocer al público los efectos destructivos del crecimiento económico y la responsabilidad de empresas y gobiernos sobre estas situaciones. Es importante enfatizar que estos científicos actuaban en países con un desarrollo científico sólido y que tuvieron los medios para divulgar información de interés pública hacia audiencias cada vez más grandes fuera de los círculos académicos.
  • La existencia de sociedades con medios de comunicación autónomos basados en el derecho a la libre expresión de las ideas. La información proveniente de los científicos y  organismos internacionales fueron discutidos y divulgados por muchos medios de comunicación. Esto ocurrió en muchos casos, aun cuando las noticias difundidas no fueran favorables a los grandes intereses económicos y políticos.
  •  La existencia de sociedades con un nivel educativo avanzado. La expansión de la instrucción, particularmente la científica, en cada vez mayores sectores de la sociedad, tuvo como consecuencia que la sociedad tuviera una alta valoración de la ciencia y sus productos. Debido a ello, los aportes de los científicos que alertaron sobre el deterioro ambiental fue aceptado y valorado por sectores importantes de la población.
  • El reconocimiento de los derechos ciudadanos a la participación y la libre asociación. Todas las condiciones anteriores facilitaron el desarrollo de organizaciones sociales ambientales únicamente en países que reconocían, tanto el derecho ciudadano a participar en la toma de decisiones en los temas que afectan a la ciudadanía, como a su vez el de hacerlo a través de organizaciones autónomas creadas con ese fin.
Tales circunstancias se dieron en países con un nivel económico alto (9) pero particularmente en aquellos donde los derechos humanos y las libertades individuales y colectivas estuvieran protegidos por leyes e instituciones.

Podemos corroborar esta afirmación cuando observamos que, por el contrario, no se produjeron movimientos ambientales relevantes en países con regímenes autoritarios, sin importar su enfoque ideológico.

Posteriormente, estos vínculos fueron reconocidos por distintos gobiernos con propósitos diferentes: desde aquellos que han procurado promover una mayor conciencia ambiental en la población, hasta aquellos que buscan restringir la capacidad de los ciudadanos para incidir en temas ambientales que afecten intereses económicos o geoestratégicos.

Infortunadamente estos últimos han sido mayoría y los ejemplos abundan, desde el proceso de desinstitucionalización y de retroceso en materia de gestión ambiental sufrido por nuestro país en los últimos años (10) hasta el avance del anti-ambientalismo en los EEUU (11).

En resumen: el origen y crecimiento de los movimientos ambientalistas nacionales parece relacionarse de manera importante con la consolidación de espacios de democracia.

Asimismo, queda claro que para que estos movimientos puedan alcanzar y mantener una masa crítica social suficiente para incidir en las políticas públicas de los países, será ineludible defender y promover la existencia y desarrollo de los factores antes mencionados en cada uno de los países (11).


Del ambientalismo a la democracia

Esta historia parece tener moralejas: Los ambientalistas venezolanos, en primer lugar debemos promover el desarrollo de vínculos fuertes con los hacedores de ciencia, comunicadores, educadores y organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Para generar estos vínculos se deben superar las tradicionales relaciones funcionales (intercambio de información, asesoría profesional, etc.) y convertirse en un movimiento interdisciplinario de rescate de los derechos ambientales venezolanos.

Pero a la vez esta acción deberá articularse con: 
  1. La lucha por una ciencia de calidad en el marco del derecho humano al desarrollo. Sin una ciencia nacional fuerte el ambientalismo se hará inefectivo y banal
  2. La lucha por la defensa de la libre expresión y la libertad de pensamiento. Sí la información ambiental no llega a todas las personas sin trabas, ni condicionamientos ideológicos sectarios o de otro tipo; no habrá comunicación ambiental posible.;
  3. La lucha por una educación de calidad para todos. Sin educación no habrá más que miseria y destrucción ambiental, y
  4. La lucha por el derecho a la participación y asociación. Sin participación ciudadana la gestión ambiental es una herramienta de dominación y sin libertad de asociación simplemente no existirá ningún movimiento ambiental.


Vincularse de esta manera tendrá como consecuencia que el ambientalismo nacional se convierta en un factor democrático y democratizador en un marco de defensa de los derechos humanos. A la vez, que nos permita participar activamente en la tarea de construir el país que necesitamos.

Y esta es una tarea urgente.


NOTAS

(1) Sobre la crisis ambiental actual es posible mencionar: El grave desabastecimiento de agua que es el peor sufrido por el país al menos en los últimos cincuenta años y que está afectando principalmente a los sectores más pobres de la sociedad. Asimismo, son importantes los efectos sobre la población de situaciones como la existencia de importantes focos de contaminación, degradación de ecosistemas que son la base de servicios ambientales y la destrucción de la biodiversidad.
(2) Organizaciones dirigidas al desarrollo de proyectos implementados bajo criterios técnicos en temas de interés para la conservación ambiental principalmente desde un enfoque global.
(3) Al respecto de las ONG internacionales. En el artículo en Mongabay: "Organizaciones Internacionales para la Conservación" describe a las organizaciones internacionales como: "...como consultores ambientales para los gobiernos y las grandes corporaciones interesadas en disminuir la contaminación, establecer áreas protegidas y conservar la biodiversidad".
(4) Algunos autores citan a diversos personajes incluyendo santos (San Francisco de Asís), gobernantes, científicos e intelectuales como iniciadores de la ideas ambientales. En el caso de Venezuela este es el enfoque utilizado en la popularización de Simón Bolívar como pionero del conservacionismo venezolano a partir del Decreto de Chuquisaca de 1825 (ver: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/27598/1/capitulo2.pdf)
(5) En estos artículos hemos definido al ambientalismo o ecologismo como un movimiento sociopolítico que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente.
(6) En el caso de estos dos autores y precursores del ambientalismo, su contribución literaria es extensa y ocupa un período que abarca desde los años sesenta, hasta prácticamente sus muertes, a principios de la segunda década del siglo XXI.
(7) Uso el término actual de ambientalista. Pero para esa época era más común el de ecologista.
(8) El ambientalismo en algunos países de Latinoamérica se desarrolla a partir del tronco común pero posteriormente sigue una ruta propia en gran parte ligada a las luchas de sectores populares, tanto indígenas, campesinos y sectores urbanos, como producto de los conflictos sociales generados por situaciones de injusticia ambiental.
(10) En Venezuela en los últimos años se ha incrementado un proceso de destrucción intencional de las instituciones ambientales; un estrangulamiento económico de las instituciones académicas y científicos que generaban la mayor parte de la información ambiental;  la marginación de toda organización y experto que sea disidente frente a las políticas gubernamentales, así como la desacreditación y desprecio de la ciencia como factor importante en el desarrollo de políticas y programas de gestión ambiental. El último de estos fenómenos puede observarse en el enfoque dado a la Estrategia Nacional de la Conservación de la Biodiversidad 2010-2020 
(11) En el caso de los EEUU, desde científicos hasta activistas han denunciado como intereses corporativos han intervenido de manera fraudulenta y antidemocrática en las decisiones gubernamentales para evitar los controles ambientales que limitarían sus beneficios y poder. En tal sentido estas prácticas han sido denunciadas en libros tal como “Merchants of Doubt” de Naomi Oreskes y Erik Conway, o el documental “Before the flood” producido por Leonardo Di Caprio y Martin Scorseze. Este proceso destructivo  logró recientemente un avance importante debido al ascenso al poder de Donald Trump como representante de las corporaciones que han promovido el ataque contra la credibilidad social de la ciencia y las organizaciones ambientales.
(11) Más adelante necesitaremos preguntarnos cuáles fueron las condiciones para el origen de movimientos de base que incluyeron elementos ambientales, tal como ocurrió en diversos países de América Latina a partir de la reivindicación de territorios, acceso a recursos o la defensa de los derechos de las comunidades frente a la acción de degradación ambiental y expoliación de recursos por parte de empresas y gobiernos.


22 abr 2017

Ambientalismo de emergencia (1): El papel de las organizaciones ambientales en la crisis venezolana actual




En el contexto del Día de la Tierra a partir de este artículo comenzaré a compartir información sobre la importancia de las organizaciones sociales ambientales en la situación actual de Venezuela.

¿Ambientalismo en un país en emergencia humanitaria compleja?

En Venezuela vivimos en tiempos muy difíciles. La situación es tan grave que algunas ONG de derechos humanos la han calificado de emergencia humanitaria compleja (1)

Este concepto fue acuñado por las Naciones Unidas (NNUU) para definir las situaciones de ciertos países en los cuales confluyeron simultáneamente guerras, conflictos étnicos, religiosos, sociales y políticos, graves crisis  económicas e incluso en algunas ocasiones desastres ambientales.  En estas condiciones se produjeron crisis humanitarias de gran escala  que afectaron todos los órdenes de la vida de países o regiones generando hambrunas, epidemias, desplazamientos masivos de la población y extensas pérdidas de vidas humanas (2) (3)

En nuestro país la situación aún no ha alcanzado las terribles condiciones vividas en las zonas del mundo en las cuales han ocurrido estas graves crisis humanitarias. A pesar de ello, es muy preocupante el actual agravamiento de la situación nacional producto de la creciente inestabilidad social, la persecución y criminalización de la disidencia, el uso de la violencia como arma política, la negación de hecho del derecho a la protesta pacífica, en conjunto con un incremento importante de las violaciones a los derechos humanos. Estos factores se suman al desabastecimiento crónico de alimentos y medicinas; tasas de inflación muy altas; la negación gubernamental a prestar ayuda humanitaria a los más afectados; el aumento de la migración forzada por razones económicas o sociales; así como un crecimiento de la violencia delincuencial.

Pareciera que avanzamos rápidamente en la ruta de la catástrofe.

En este contexto, los participantes de las organizaciones ambientalistas y otras organizaciones relacionadas con temas ambientales se encuentran frecuentemente desorientados y  confundidos por la situación del país.

Ello se debe a que la crisis nacional no sólo los afecta  a la capacidad de acción de estas organizaciones, así como a la calidad de vida de los propios activistas y trabajadores de las mismas, sino que ataca directamente a la razón de ser de estas instituciones.

Una pregunta ronda de manera consciente o inconsciente en la mente de muchos ambientalistas venezolanos ¿Es moralmente correcto realizar acciones dirigidas a promover la conservación ambiental en el medio de esta grave situación humanitaria?

Ante las actuales circunstancias ¿para qué sirve el ambientalismo?

Antes de responder a esa pregunta, habría que preguntarse qué es el ambientalismo.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua lo hace sinónimo de ecologismo y a este lo define como “Movimiento sociopolítico que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente”. Asimismo, este mismo diccionario dice que un ambientalista es una persona que se preocupa por la calidad y la protección del medio ambiente.

A partir de estas definiciones, pudiéramos también preguntarnos si existen razones para defender la naturaleza o preocuparnos por el ambiente (prefiero usar la palabra ambiente y no medio ambiente)

Aquí es importante subrayar que los humanos somos parte de la Naturaleza y a la vez dependemos de ella.

Como lo expresó la Evaluación de Ecosistemas del Milenio “…todos en el mundo dependemos por completo de los ecosistemas de la Tierra y los servicios que prestan, como los alimentos, el agua, la gestión de las enfermedades, la regulación del clima, la plenitud espiritual y el disfrute estético”. (5)

En tal sentido, es claro que nuestra vida es consecuencia y efecto de la compleja red de interacciones ambientales y sólo podemos tener una vida sana, digna y próspera si como personas y sociedades actuamos de tal manera que preservamos el adecuado funcionamiento de esta red.

Estas ideas han sido recogidas en el creciente reconocimiento de los vínculos entre los derechos humanos y la conservación del ambiente. Incluso, algunos especialistas consideran que la protección ambiental es una precondición necesaria para el ejercicio de los derechos humanos fundamentales.

Este marco de derechos humanos cambia la perspectiva desde una gestión ambiental basada en las decisiones políticas de gobiernos particulares dirigida a la conservación y defensa de sus recursos naturales y el control del daño ambiental, a una perspectiva global de reconocimiento del derecho de cada uno de los ciudadanos a vivir en un ambiente saludable y adecuado como garantía para una vida digna.

Como parte del sistema universal de derechos humanos, los derechos ambientales están avalados por normas internacionales; gozan de protección jurídica; se centran en la dignidad del ser humano; son de obligado cumplimiento para los Estados y los agentes estatales; no pueden ignorarse ni abolirse; son interdependientes, están relacionados entre sí, y son universales. (6)

Podríamos en este momento llegar a una primera conclusión: En la actualidad la defensa del ambiente es la defensa de los derechos ambientales de todos los ciudadanos.

El desarrollo histórico de los derechos ambientales

El reconocimiento de los derechos ambientales es relativamente reciente, pero a la vez ha tenido un crecimiento muy acelerado. Algunos hitos importantes en el desarrollo de los derechos ambientales son los siguientes:

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptado en 1966 reconoció derechos relacionados con temas ambientales tales como los derechos a la vivienda, al agua y a la salud.

Posteriormente, en la declaración emanada de la Conferencia de Estocolmo (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, 1972) expresa en su Principio 1 que: “El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y condiciones adecuadas de vida, en un ambiente de calidad tal que le permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.” (7)

En el ámbito americano, el Protocolo de San Salvador firmado por los países americanos en 1988 reconoce el derecho a un ambiente sano como un derecho humano (8).

Por su parte, en 1990, la Asamblea General de las NNUU estableció que: “Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente adecuado para su salud y su bienestar” (9)

Asimismo, el Principio 1 de la Declaración de Río de 1992 indica que: “Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.”

De la misma forma, otros tratados y protocolos internacionales establecen la importancia fundamental de la protección ambiental en muy diversos niveles y ámbitos como fundamento para la realización de los derechos humanos.

Estas ideas fueron recogidas en la Constitución Nacional de Venezuela aprobada en 1999 en su artículo 127, el cual expresa que: “…Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado…”.

Esta importancia creciente de los temas y derechos  ambientales puede evidenciarse en el hecho de que de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible recientemente aprobados por la Asamblea General de las NNUU, cuatro de los mismos están directamente relacionados con temas ambientales y seis más incluyen metas directamente ambientales (hago énfasis en lo de directamente porque en total 13 de los objetivos incluyen temas directa o indirectamente ambientales)

Recientemente, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las NNUU publicó en su página Web el siguiente texto: “Sin un medio ambiente saludable, no podemos hacer realidad nuestras aspiraciones, ni siquiera vivir en un nivel acorde con unas condiciones mínimas de dignidad humana. Al mismo tiempo, la protección de los derechos humanos ayuda a proteger el medio ambiente” (10)

Esta declaración contiene un elemento muy importante, ya que desmonta el falso dilema de que la protección del ambiente es contraria a los intereses de los pueblos y enfatiza que por el contrario la protección de los derechos humanos ambientales es la única garantía de la protección y conservación del ambiente.

A partir de ese desarrollo del tema de derechos humanos ambientales, el ambientalismo en Venezuela tiene una clara base ética y jurídica que le permite actuar en defensa de los derechos humanos de todas las personas y a partir de ese enfoque promover este tema como elemento fundamental de la construcción de un país democrático, en paz (social y ambiental) y con capacidades para generar prosperidad sobre la base del reconocimiento responsable de nuestro potencial de desarrollo como país megadiverso.

¿Y todo esto qué tiene que ver con la actual situación de los venezolanos?

Queda claro que los ciudadanos de Venezuela tenemos derecho a vivir en un ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible.

Como recientemente declaró un importante defensor de derechos humanos venezolano, estos derechos no son sólo una suma de buenos deseos, sino que generan obligaciones a los Estados. Estas no pueden ser obviadas u olvidadas por ningún gobierno.

Para lograr avanzar hacia la satisfacción de ese derecho, todos los venezolanos debemos tener acceso al agua potable y al saneamiento, a vivir en un ambiente libre de contaminación, a una alimentación sana y saludable y a una vivienda en sitios seguros y saludables. Incluso, como más recientemente se ha discutido, tenemos derecho a ser protegidos del cambio climático (11) y a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica (12).

Es claro que el gobierno venezolano no está garantizando estos derechos y en algunos casos actúa de tal manera que los vulnera de manera deliberada.

Esta afirmación es comprobable:

Este momento en Venezuela, está ocurriendo una grave escasez de agua con su secuela de enfermedad y pobreza; la contaminación del agua, aire y alimentos están incidiendo sobre el aumento de la morbilidad y mortalidad de la población; y ha aumentado de manera significativa la vulnerabilidad de la población ante eventos meteorológicos extremos. Adicionalmente a ello, no hay avances significativos en la protección de la población ante el cambio climático y existen graves retrocesos en materia de protección de la biodiversidad.

En algunos de estos temas la situación es muy grave y peor aún la inacción gubernamental para solucionar estas situaciones.

Entre estos problemas resultan muy preocupantes los efectos que pueda tener la contaminación por mercurio por la minería ilegal del oro; la carencia crónica de agua en muchas comunidades; la inexistencia de mecanismos para la recogida de desechos sólidos urbanos en muchas zonas populares y la enorme insuficiencia en las políticas e infraestructuras necesarias para la recolección y saneamiento de las aguas de desecho.

Incluso en el caso de la biodiversidad, en el último año, quizás por el aumento del hambre en Venezuela, se ha producido un aumento de los reportes de cacería de especies de la vida silvestre que previamente no eran objeto de captura, así como la deforestación de áreas boscosas para el desarrollo de prácticas agrícolas y mineras.

Todas esas situaciones son elementos que inciden en el desarrollo de la emergencia humanitaria compleja y representan casos graves de injusticia ambiental.

Por todo esto, los ambientalistas necesitamos incidir sobre todos estos casos y unir esfuerzos para exigir al Estado que actúe en la solución de estos problemas que representan importantes violaciones a derechos humanos.

Somos y seremos parte importante de la construcción de un nuevo país democrático, pacífico, libre y sostenible.

Pero para ello debemos actuar ya.




Referencias:
(1) http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/CDH/imagenes/Epu%20Vzla%202016/F%20Reyna%20en%20Consejo%20de%20Derechos%20Humanos%202017%20-%20Oral.pdf
(2) http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/85
(3) http://www.disaster-info.net/lideres/spanish/panama2005/materialprevio/09emcomp1.pdf
(4) http://www.disaster-info.net/lideres/spanish/panama2005/materialprevio/09emcomp1.pdf
(5) http://www.millenniumassessment.org/documents/document.439.aspx.pdf
(6) http://www.who.int/topics/human_rights/es/
(7) http://www.dipublico.org/conferencias/mediohumano/A-CONF.48-14-REV.1.pdf
(8) https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-52.html
(9) https://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=%20A/RES/45/94&Lang=S
(10) http://www.ohchr.org/SP/Issues/Environment/SREnvironment/Pages/SRenvironmentIndex.aspx
(11) http://www.ohchr.org/EN/Issues/Environment/SREnvironment/Pages/ClimateChange.aspx
(12) http://www.ohchr.org/SP/Issues/Environment/SREnvironment/Pages/Biodiversity.aspx


8 mar 2017

Ideas para trabajar el cambio climático desde el enfoque de género


Foto:  AP / Ariana Cubillos


El Día Internacional de la Mujer es una excelente oportunidad para promover la necesidad de un enfoque de género como parte de todos los procesos relacionados con la lucha contra el cambio climático y en particular con las acciones necesarias para la adaptación a los efectos no prevenibles del cambio climático.

Según la organización internacional Oxfam, las razones fundamentales para incluir el enfoque de género  en toda acción relacionada con el cambio climático son las siguientes:
  • Las mujeres son los pilares de las sociedades. Son ellas quienes se ocupan principalmente de la familia, de educar a los niños, y de cuidar a las personas mayores y a los enfermos. Es por eso que las mujeres se encuentran en el frente de los efectos catastróficos del cambio climático. Ellas son determinantes en la capacidad de las comunidades de adaptarse o recuperarse de una catástrofe.
  • Las mujeres producen hasta el 80% de la comida en la mayoría de los países en desarrollo. Son ellas quienes hacen trabajos como: cultivar las tierras, ir a buscar agua y combustible que son acciones que son muy afectadas por el cambio climático.
  • Las mujeres representan un porcentaje muy elevado de la población pobre. Ellas representan aproximadamente el 70% de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza. Generalmente acceden con más dificultad a recursos y servicios básicos antes y después de una catástrofe natural. Las mujeres tienen más posibilidades de morir en una catástrofe que los hombres.
  • Las mujeres siguen luchando para ser escuchadas en el debate sobre el cambio climático. Teniendo en cuenta su papel central en las familias y comunidades, ellas tienen conocimientos inestimables cuando se trata de pensar e implementar maneras innovadoras de adaptarse a un ambiente inestable. Sin embargo sus opiniones y experiencias siguen sin ser escuchadas demasiado a menudo.
Por otra parte, la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN) reconoce que las mujeres  y las consideraciones de género deben estar al centro de las políticas y programas para el cambio climático en países en desarrollo porque:
  • Existe un impacto diferenciado del cambio climático sobre las mujeres; 
  • Las diferencias entre los roles y responsabilidades de hombres y mujeres pueden influir en la capacidad del individuo para tomar acción frente al clima;
  • Las diferencias en “tener voz y poder” significan que las prioridades de las mujeres puede que no sean reconocidas, a nivel local y global;
  • Es probable que los programas de adaptación sensibles al género sean de lejos más eficaces para proteger las vidas y medios de subsistencia: el empoderamiento de las mujeres tiende a hacerlas menos vulnerables al impacto causado por desastres.
  • Las mujeres tienen el potencial para contribuir a la par en la transición baja en carbono.

A pesar de todas estas razones, en Venezuela no se ha dado el debate necesario que impulse y exija la incorporación de la mujer y el enfoque de género en las acciones que serán necesario emprender para proteger a la población contra el cambio climático.

Un elemento importante para comenzar a trabajar este tema, es que necesitamos tener acceso a las ideas y propuestas que se han desarrollado en todo el mundo y que nos pueden servir de fundamento para el diseño de políticas de gestión del cambio climático con enfoque de género.

En la Coalición Clima21 venimos realizando una recopilación de documentos sobre la relación entre cambio climático y derechos humanos.

En tal sentido, y para promover el estudio y debate que deberá ocurrir en nuestro país, aprovecho esta fecha para compartir una serie de documentos y artículos que pueden servir de base a la discusión, promoción e implementación de este enfoque.


Guía mínima de documentos sobre género y cambio climático
  1. “Ficha Informativa sobre Género y Desarrollo Nº 7. Género y Cambio Climático” Un folleto introductorio editado por el Grupo Interagencial de Género de las Naciones Unidas. http://www.cinu.org.mx/gig/Documentos/ambiente.pdf
  2. “El cambio climático desde una perspectiva de género”  Documento elaborado por Anke Stock y publicado por la Fundación Friedrich Ebert http://library.fes.de/pdf-files/bueros/quito/09023.pdf
  3. “Informe sobre Cambio Climático de CARE: Adaptación, género y empoderamiento femenino” http://www.careclimatechange.org/files/adaptation/Adaptacion_genero_y_empoderamiento_femenino.pdf
  4. “Género y Adaptación al Cambio Climático: Puesta en común y sistematización de experiencias sobre la integración de la perspectiva de género en la adaptación al cambio climático en el ámbito rural en Nicaragua” Texto de Noémi  Gonda de Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AVSF) http://www.avsf.org/public/posts/1794/genero_cambio_climatico_nicaragua_avsf_2015.pdf
  5. “Género y cambio climático. Aportes desde las mujeres de Centroamérica a las políticas regionales sobre cambio climático” Un documento del Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana – FMICA http://cmsdata.iucn.org/downloads/aportes_mujeres_genero_y_cambio_climatico.pdf
  6. “Guía Recursos de género para el cambio climático” Documento del PNUD http://www.undp.org/content/undp/es/home/librarypage/environment-energy/resource-guide-on-gender-and-climate-change-in-latin-america-.html 
  7. “Conference of the Parties” Un texto de ONU Mujer sobre los avances del enfoque de género en las Conferencias de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas http://www.unwomen.org/en/how-we-work/intergovernmental-support/climate-change-and-the-environment/conference-of-the-parties
  8. “Impact and Agency in Human Rights, Security, and Economic Development” Publicación Georgetown Institute for Women, Peace and Security https://giwps.georgetown.edu/sites/giwps/files/Women%20and%20Climate%20Change.pdf
  9. Women, Gender Equality and Climate Change” Publicación de Women Watch http://www.un.org/womenwatch/feature/climate_change/
  10. “Fact Sheet: Women, Gender Equality and Climate Change” Un compendio de información  sobre temas relacionados con el enfoque de género, la igualdad de género y el cambio climático. http://www.un.org/womenwatch/feature/climate_change/downloads/Women_and_Climate_Change_Factsheet.pdf

Estos documentos  son apenas un abrebocas del total posible de documentos existentes en la Web, pero pueden ser útiles para comenzar a trabajar el tema.

Usemos estas ideas para apoyar y fortalecer a todas las mujeres de nuestro país, las cuales  día a día luchan contra la adversidad, la pobreza, el hambre, la exclusión y también contra los efectos del cambio climático.

Feliz Día Internacional de la Mujer.


1 feb 2017

@morrocoyusuario un cuento de morrocoyes en el metro





Más razones para educar sobre la biodiversidad a las personas que viven en ciudades


Entro al metro en la estación Chacaito y logro  encontrar un asiento al lado de un niño de unos seis años. Tenía en sus manos una cajita con un morrocoy no más grande que la mano de un hombre adulto. Alrededor del animalito había varios pedazos de lechuga y nada más.

Para muchos de los que nacimos y vivimos en ciudades, nuestra experiencia sobre animales silvestres es escasa y la principal fuente de información es la televisión. Infortunadamente parte de la información que adquirimos por este medio es falsa o es una re-simplificación de la realidad.

Además muchos crecimos viendo comiquitas (dibujos animados) Estos programas nos crearon una serie de ideas fantasiosas con respecto a muchos aspectos de la vida y en particular sobre los animales y su alimentación. En estos programas los conejos siempre aparecen comiendo zanahorias, los ratones queso y las tortugas terrestres lechuga. Hasta Mafalda le da lechuga a su tortuga “Burocracia”.




Hace unos años, tuve la oportunidad de aprender con mi amigo Saúl Gutiérrez que los morrocoyes requieren de una dieta variada para crecer y mantenerse sanos. En algunas ocasiones presencié como a su oficina se acercaban personas que querían donar morrocoyes que ya no querían tener. Algunos tenían deformidades en sus caparazones. Habían vivido encerrados en el interior de viviendas, sin acceso al sol y alimentándose de manera inadecuada (¿Eso es una forma tortura no?)

Vuelvo a mi historia con el morrocoy en el metro y el niño que lo poseía.

Le pregunto a este último: - ¿Dónde está tu mamá? Y me contesta señalando con el dedo a una señora joven parada a su lado. La señora me miró con gesto de suspicacia cercano a la cara de cañón y me pregunta qué quiero.

Pongo mi mejor cara de profesor y le hago algunas recomendaciones básicas para una alimentación más o menos adecuada de estos animales.

La señora me oye con desconfianza, pero al final parece que le llegó la idea. Sobre todo cuando le dije que en su casa tenía fuentes de alimentación sanas y más baratas (esto resultó la palabra clave) que la lechuga. Le conté que podía suministrarle restos de vegetales y frutas que usara en su cocina y que le adicionara pedazos de auyama cruda de vez en cuando (Saúl cultivaba sus propias auyamas para sus morrocoyes).

En la próxima estación se bajaron. No tuve tiempo de hablarle sobre la importancia de que el animalito tuviera acceso a la luz solar y tuviera una superficie para caminar que no fuese únicamente el piso duro y frío de un apartamento, ni mucho menos que estos animales necesitan un pequeño porcentaje de proteína en su dieta.

En este momento ya varios de mis amigos amantes de los animales están con el dedo en la respectiva tecla del “dislike” o del final de la amistad. ¿Eso fue todo lo que le dijiste? ¿Cómo no reclamaste a la señora que tener un animal silvestre en una casa es un acto ilegal y cruel?

Quizás tienen razón, pero ya hace tiempo me di cuenta que esos argumentos eran inútiles y  a veces peligrosos para el animal y el ambiente.

Las personas que se criaron en zonas en la cual es costumbre poseer animales silvestres como mascotas, no se perciben a sí mismos como infractores de la ley o personas crueles.

Para ellos no puede ser delito lo que siempre ha sido así, sobre todo si su madre o su abuela tuvieron aves u otros animalitos en su casa (o van a convencer a alguien que su madre era o es una delincuente)

Igualmente, ellos no se ven como crueles: los cuidan y les dan comida, tal como lo hacen con sus otras mascotas, independiente de que sus creencias acerca de la alimentación de la especie en particular sean totalmente erradas.

Por otra parte, puede ser peligroso inducir a uno de los dueños a liberar a un animal que han mantenido en cautiverio. Sobre todo si ya ha pasado mucho tiempo desde su captura.

Frecuentemente no será liberado en su hábitat natural  y cuando llevan un largo tiempo en cautiverio estos seres vivos pierden sus habilidades para mantenerse por sí mismos.

En estos casos, la vida del animal “liberado” será penosa y muy breve. En el peor de los casos, la introducción de ciertas especies en zonas distintas a su origen puede generar graves problemas ambientales al invadir hábitats, desplazar a especies locales y diseminar enfermedades.

Por ello, los que trabajamos en temas de conservación o educación ambiental nuestra labor debe ser previa a que alguien pueda adquirir un animal silvestre como mascota.

Necesitamos convencer a las personas a que no compren, ni extraigan animales silvestres. La campaña, “mi casa, no es su casa” fue emblemática y deberíamos ser capaces de retomarla y mantenerla.

Asimismo, hay que denunciar a las redes de delincuentes que trafican con especies de la vida silvestre, labor que cuando es posible hacerla, hay que proceder con inteligencia y prudencia.

A la vez, será necesario luchar contra las condiciones de pobreza que llevan a las comunidades rurales e indígenas hacia el comercio ilegal de especies de la fauna.

Por otra parte, será necesario reforzar las instituciones de control y gestión ambiental para que puedan hacer su trabajo de manera eficiente y con justicia.

Pero siempre quedará la situación de los animales que fueron capturados y viven en cautiverio. En esos casos, será necesario educar  a sus dueños para que de manera responsable puedan mantenerlos en las mejores condiciones posibles.

Esto al menos como solución provisional, hasta que tengamos centros de refugio para animales silvestres, como existen en otros países. Instituciones que tendrían como función principal rehabilitarlos para reintroducirlos de manera segura a sus hábitats, así como reproducir a los que no estén en condiciones de vivir por si solos para luego liberar a sus crías.

¿A algún directivo del flamante nuevo ministerio de ecosocialismo y aguas le interesaría promover estas acciones? ¿O quizás se pueda le interesar uno del Ministerio de Educación el incluir el conocimiento de la biodiversidad nacional y local como parte de los contenidos educativos necesarios en la escuela venezolana? Claro, son tareas demasiado cotidianas y no dan beneficios políticos, ni económicos, así que nada, será para la próxima.

Por ahora sólo me queda desearle buena suerte al @morrocoyusuario en su vida urbana.


En memoria de Saúl Gutiérrez que me enseñó lo poco que sé sobre morrocoyes.


Adición posterior: Tampoco tuve tiempo de pedirle a la señora que le enseñara a su hijo que el pequeño morrocoy es un ser vivo y no un juguete, por lo que debía tratarlo jugar con el, ni usarlo como objeto para ser arrojado, ni ninguna de las otras cosas que se le pueden ocurrir a un niño que aún no ha desarrollado la capacidad de entender el respeto por los seres vivos.




26 ene 2017

10 viñetas para conmemorar la educación ambiental venezolana






Una viñeta es un recuadro delimitado por líneas que representa un instante de una historia contada por una historieta o “comic”. También en literatura, viñeta es una representación literaria de un instante o breve momento.

Esbocemos entonces algunas pocas viñetas de la historia de la educación ambiental (EA) con momentos, circunstancias y curiosidades de una actividad que en Venezuela está cumpliendo cuarenta de haberse iniciado de manera formal, luego de más de cincuenta años de gestación.

A través de las mismas podemos mapear el camino que fue abierto por extraordinarias personas. Educadores que amaron a este país y su naturaleza, creyeron en la capacidad de la educación para construir conciencia y entendieron que la educación ambiental era la manera de construir un país en el que comprendiera que su naturaleza era y es nuestra mayor fuente de riqueza.

Hoy que la educación ambiental en Venezuela está pasando por una etapa de mengua, necesitamos volver a la trocha para limpiarla y ampliarla para poder retomar esa labor.

Cuadro 1. Comenzamos con la historia antigua

En Venezuela en 1905 los estudiosos de la naturaleza venezolana, convencieron al gobierno de establecer la "Fiesta del Árbol". Esta idea se oficializó como “Día del Árbol” el 10 de abril de 1905.

Mucho más adelante, en mayo de 1948, fueron nombrados el araguaney y la flor de mayo como árboles y flor nacional respectivamente y diez años después fue decretado el turpial como ave emblemática del país.

Quizás esos fueron los primeros pasos en la idea de que para poder conservar nuestra naturaleza es necesario primero conocerla.

Cuadro 2. Una ventana para conocer la naturaleza antes que el “bulldozer” la destruya

En los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, los naturalistas en Venezuela estaban preocupados porque el proceso de modernización iniciado luego de la muerte de Juan Vicente Gómez se estaba realizando sin ninguna consideración con la conservación de la naturaleza. Ese proceso “de desarrollo a la fuerza” alcanzó su pleno avance destructivo en los los años cincuenta, durante la dictadura de Marco Pérez Jiménez. No en balde la antropóloga Ocarina Castillo llamó a esa época “Los años del bulldozer”.

Por ello, investigadores como Tobías Lasser, en la UCV y Francisco Tamayo en el Instituto Pedagógico de Caracas, entre otros, crearon cátedras y programas de formación conservacionista y realizaron una extensa labor divulgativa sobre la importancia de la conservación de la naturaleza.

Un hito importante en esta época fue la creación en 1956 de un “Centro de Ciencias” en el Liceo Aplicación de Caracas. Esta experiencia fue el núcleo del programa que posteriormente se llamaría “Centros de Ciencias Tecnologías y Educación Ambiental” que se expandió por todo el país en un importante número de instituciones de educación media, marcando una etapa extraordinaria de actividades educativas de sensibilización y conocimiento de la naturaleza en los jóvenes venezolanos.

Cuadro 3. El inicio de la educación ambiental en Venezuela

Algunas personas que han trabajado la historia de la EA en el país describen programas educativos conservacionistas, al menos, desde los años cincuenta del siglo pasado. A pesar de ello, la EA en su enfoque actual, debió esperar un poco más de tiempo.

En Venezuela, dos hitos marcaron este inicio. Por una parte, la aprobación de Ley Orgánica del Ambiente de 1976 que incluía a la EA como elemento constituyente de la "conservación, defensa y mejoramiento del ambiente". Acción que comenzaría a implementarse a partir de la creación del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales el año después.

 Asimismo, en el año de 1978 se realizan las Primeras Jornadas de Educación Ambiental, las cuales fueron organizadas por un grupo de ONG en conjunto con profesores universitarios. En este evento se presentaron las orientaciones surgidas de la I Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, celebrada en 1977 en Tiblisi (Georgia).

Así que para mí, es en este período entre el año de 1976 al 78 que debería considerar el inicio de la EA en Venezuela. Por lo que, si tomamos el año intermedio, en este año, 2017, se están cumpliendo cuarenta años de la institucionalización de este campo educativo en el país.

Cuadro 4. La educación ambiental entra en las instituciones educativas

A partir de la creación del Ministerio del Ambiente, este organismo inicia una actividad intensa para “ambientalizar” los currículos de todos los niveles educativos.

En tal sentido, en conjunto con el Ministerio de Educación, se incorporaron contenidos ambientales en los programas de estudio en preescolar, educación básica y parte de la educación media. En consecuencia, hubo que hacer un gran esfuerzo de capacitación de los docentes en ejercicio en todo el país. Para el año 93, casi 80.000 docentes de educación básica y media habían realizado cursos de formación dictados por el Ministerio del Ambiente.

Asimismo, se trabajó en conjunto con varias universidades nacionales para incorporar contenidos educativos en la educación superior. Como consecuencia de esas acciones, varias de estas instituciones incorporaron asignaturas y temas ambientales en diversas carreras.

Cuadro 5. La educación ambiental: De Venezuela para el mundo

Venezuela como país pionero en Latinoamérica en materia de educación ambiental también tuvo una importante acción fuera de sus fronteras.

En los años ochenta, funcionarios y especialistas venezolanos brindaron asesorías para el desarrollo de programas de educación ambiental en diversos países latinoamericanos y caribeños.

Asimismo, en el año 1992 con la celebración del IV Congreso Mundial de Parques Nacionales de la IUCN  en Caracas, el país puede mostrar al mundo sus avances en materia de concientización ciudadana sobre el valor de estas áreas protegidas.

Posteriormente, en el año 2000, el país fue sede del 3er Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental. Evento que permitió a Venezuela coordinar los primeros pasos para un proceso regional de articulación entre instituciones gubernamentales de EA en toda la región.

La experiencia lograda en el Congreso, sirvió de base para que el país promoviera y liderara (infortunadamente por poco tiempo) el desarrollo del Programa Latinoamericano y del Caribe de Educación Ambiental (PLACEA) un marco regional de cooperación y articulación entre políticas públicas de educación ambiental en toda la región.

Cuadro 6. ¿Cuándo las ONG ambientales comenzaron a hacer educación ambiental? 

Es enormemente difícil dar a una respuesta a esta pregunta. Sabemos que las organizaciones más antiguas realizaron actividades de divulgación de temas de la naturaleza desde muy temprano en su formación.

Quizás algunos de los ejemplos más importantes, son la Revista “Natura” de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, publicada desde el año 1958 y mucho más tarde, el álbum de barajitas (cromos) “Venezuela en Cromos. Sus Paisajes, su Flora, su Fauna y su Gente” patrocinado por la Fundación La Salle realizado en 1974.

Pero como ya dijimos, la EA en Venezuela se inicia posteriormente y desde otra perspectiva.

Quizás, el primer programa formal de educación ambiental realizado por una ONG fue la promoción del material educativo “Hazlo y Muéstralo”. Un programa educativo creado en conjunto por la Oficina Scout Mundial y la WWF y editado en Venezuela en 1976 (en la rayita de la fecha de inicio). Muchas otras ONG siguieron este camino en los ochenta pero sus actividades fueron más puntuales generalmente dirigidos a difundir información sobre la conservación de especies en peligro de extinción y áreas protegidas.

Para finales de los años noventa, un Directorio de Organizaciones no Gubernamentales Ambientalistas de Venezuela incluía más de 200 organizaciones que reseñaban a la EA entre sus actividades.

Cuadro 7. En Venezuela la educación ambiental se hizo juego

Juegos Ecológicos en los Parques, fue un programa de educación ambiental al aire libre realizado por Inparques, el cual estaba dirigido a niños en edad escolar durante el período de vacaciones escolares. Su particularidad fue el uso de estrategias lúdicas, creativas y activas dirigidas al desarrollo  de conciencia ambiental de los participantes.

Este Programa se inició en 1979 en el Parque del Este de Caracas (actualmente Parque Generalísimo Francisco de Miranda) con apenas 50 niños. En 1999 se estaba realizando en  17 sedes en todo el país. Para ese momento, se calculaba que a lo largo de su historia habían participado más de 40.000 niños y adolescentes.

Pero no todo fueron números. Este programa fue pionero en el desarrollo conceptual, metodológico y programático de sus actividades, incluyendo mecanismos permanentes de seguimiento y evaluación, así como la permanente innovación en sus todas sus acciones.

Cuadro 8. ¿Existe en Venezuela la educación para el desarrollo sustentable?

En la Agenda XXI, el documento central aprobado durante la “Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro en 1992, no aparece el nombre de educación ambiental, sino el de educación para el desarrollo sustentable (o sostenible) Este hecho generó una muy dura polémica internacional entre los que defendían la validez de la EA y aquellos que consideraban que el nuevo concepto permitía asumir un enfoque integral de los problemas humanos.

Venezuela quedó al margen de esa polémica. Más allá de unos pocos focos de discusión, no se produjo una posición oficial al respecto, y la mayoría de las ONG que hacían EA desconocieron esta situación.

En contraste, la Fundación Tierra Viva, desde sus inicios a principios de los años 90, incorporó una orientación educativa dirigida a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de su  incorporación activa en la solución de los problemas ambientales que los afectan desde una perspectiva integral de sustentabilidad.

Aunque este enfoque no ha permeó a todas las organizaciones y programas educativos, es claro que el trabajo de esta organización tuvo una influencia muy fuerte en difundir los enfoques de sostenibilidad entre muchos educadores ambientales venezolanos.

Cuadro 9. Y cómo está actualmente la salud de la educación ambiental

No tenemos buenas noticias. La Dirección General de Educación Ambiental y Participación Comunitaria fue “dada de baja”  del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas en enero de 2015. Unos meses después fue creada la “Dirección General de Formación Ecosocialista” transformando una acción que era dirigida a todos y construida entre todos, en una doctrina sectaria y desconocida para el mundo ambiental. Ahora la educación relativa al ambiente no es de todos.

Desde su creación, la nueva Dirección ha tenido una acción muy poco visible y alejada de la función de ente orientador y promotor de los programas educativos relativos al ambiente en el país. Por su parte, en otras organizaciones gubernamentales la situación no es mejor y sólo van quedando algunas campañas, frecuentemente vía medios digitales, en temas como el consumo responsable del agua, el cuidado de las áreas protegidas y otros temas urgentes.

En la educación escolar tampoco la situación es feliz. El desorden educativo formado por sucesivos intentos inacabados de modificar los programas escolares, hace que la actividad educativa ambiental dependa exclusivamente de la buena voluntad de los docentes. Por otra parte, materiales como la Colección Bolivariana, libros de texto, considerados de referencia para el desarrollo de la praxis educativa, presentan un enfoque meramente conceptual del ambiente, así como una orientación partidista de la comprensión de la problemática ambiental.

Desde fuera del gobierno, las ONG luchan con sus muy escasos presupuestos para mantener alguna acciones, pero el sector se minimiza y las acciones se hacen puntuales, locales y sin mucho impacto.

Esperaremos como las sabanas el comienzo de lluvias para reverdecer.

Cuadro 10. Caminos para un futuro de la educación ambiental en Venezuela

Todo camino hacia un futuro posible y deseable comienza desde el presente. En este momento y a pesar de las dificultades, podemos encontrar algunas acciones que presentan experiencias que pueden servir como modelos para buenas prácticas en educación ambiental de cara al futuro. Veamos unos pocos:

En el estado Mérida, la organización Geografía Viva, ha desarrollado una valiosa labor de educación y participación comunitaria con comunidades altoandinas articulando la gestión de riesgo y la educación ambiental. Adicionalmente, viene realizando un programa educativo con estudiantes de educación media en el que se construye el conocimiento ambiental a través de su participación en noticieros radiales y la producción de radionovelas.

Por su parte, la organización Phynatura trabaja con comunidades indígenas y criollas en el estado Bolívar, aportándoles herramientas conceptuales y metodológicas que les permiten participar en la explotación sustentable y no destructiva del bosque, así como y la implementación comunitaria de acuerdos de conservación de estos ecosistemas.

Asimismo, la Fundación Tierra Viva realiza una serie de programas con comunidades indígenas, tanto en el estado Delta Amacuro, como en otras regiones del país, promoviendo el desarrollo de formas de emprendimiento comunitario basados en el uso sustentable de los recursos de su entorno, la iniciación en el turismo sustentable y la inserción de temas de salud.

Es imposible no nombrar a Adolfo Cardozo desde la UNELLEZ y su permanente labor de lograr una mejor calidad de vida de los campesinos venezolanos con estrategias innovadoras que van desde la permanente búsqueda de alternativas creativas y sustentables para mejorar actividades del campo, hasta el uso de la música como instrumento de educación.

Me faltan otras por nombrar, pero me falta espacio.

Bonus track: ¿Venezuela inventó el Día Mundial de la Educación Ambiental?

Finalizo con una nota curiosa. Una hipótesis sobre el posible origen de esta celebración no oficial del calendario ambientalista mundial.

La versión más común que corre en Internet, y que se toma como cierta, es que su origen está relacionado con el Seminario Internacional de Educación Ambiental, realizado en Belgrado (antigua Yugoslavia) en 1975. Evento donde se establecieron los principios aún vigentes de la Educación Ambiental.

Por mi parte, entro en esa historia en el 2009 cuando me preguntaron que sabía sobre esa celebración... y quedé como ignorante. Intenté buscar información al respecto sin ningún resultado. Pareciera que nadie anteriormente a esa fecha conocía de la existencia de esa celebración. Asimismo, no se celebraba en la mayor parte del mundo, no existía información al respecto en la literatura especializada, ni aparecía en el calendario de fechas a ser celebradas de ningún organismo internacional.

A pesar de ello, cada nuevo año, más páginas Web la reseñan, eso sí, siempre en el ámbito Iberoamericano.

Posteriormente, traté de profundizar en el tema con idénticos resultados. Pero me encontré con un dato muy curioso: en el 2009 y años sucesivos, la mayor parte de la información que aparecía en la Web estaba en páginas venezolanas.

¿Entonces de dónde habría salido ese dato? No estoy para nada seguro. Pero tengo algunas hipótesis. En primer lugar, es posible que durante el Seminario de Belgrado o inmediatamente después, se haya hecho la propuesta de este Día de la Educación Ambiental. No se me ocurre por qué el 26 de enero que no coincide con el de la celebración del Seminario. En todo caso, por alguna razón esta propuesta "no cuajó" y nunca se formalizó, quedando en “vida latente”, quién sabe donde, hasta que fue descubierta en los años previos al 2009 por una organización venezolana que estaba buscando fechas para la construcción de un calendario de efemérides ambientales. Este calendario fue publicado en Internet y allí comenzó esta historia: La información con la fecha de esta celebración se hizo viral y se multiplicó en cientos de páginas Web que la dieron por buena y cierta, quedando oficializada por “aclamación popular”.

No tengo manera de corroborar estas hipótesis. Pero me resulta muy simpática esa posibilidad. Me encantaría oír su opinión al respecto.

Que viva la educación ambiental. Celebremos este día con optimismo al comprobar el poder irreverente e iconoclasta de las personas interactuando en Internet. Y la posible capacidad de los venezolanos de hacer historia.

Les coloco los enlaces a los artículos que escribí al respecto por si a alguien pudiera interesarle:

https://forotuqueque.blogspot.com/2009/01/da-de-la-educacin-ambiental.html
https://forotuqueque.blogspot.com/2012/01/dia-de-la-educacion-ambiental.html
https://forotuqueque.blogspot.com/2012/01/dia-de-la-educacion-ambiental-2.html