26 ene 2022

La educación ambiental como derecho y como compromiso

 


La infancia es una de las etapas más importantes en la vida humana. En ella construimos todos los soportes que nos darán el apoyo necesario para poder afrontar los distintos retos que se nos presenten a lo largo de nuestra existencia incluidos los conocimientos, valores y habilidades básicas para tener vidas productivas, sanas, felices y armónicas.

Por eso la escuela es tan importante y es mucho más que una simple proveedora de información más o menos útiles. Es el gran telar que va a tejer la vida de los niños y niñas con los hilos de la vida.

Y cuando hablamos de la vida, nos referimos mucho más que a las trayectorias vitales de cada una de las personas, es la vida como trama en la cual estamos insertos e interconectados con todos los seres vivos, humanos y no humanos, con todos los fenómenos ambientales, con el pasado de la Tierra, con su presente y con las posibilidades de su futuro.

Alguien dijo que la educación será ambiental o no será. Esa frase no quiere decir que la escuela debe enseñar ecología, aunque un poco no hace daño, sino que nos debería hacer conscientes y responsables de esa trama.

Por ello, cuando hablamos de derechos humanos debemos siempre recordar a la extraordinaria educadora venezolana Luisa Pernalete que dijo que la educación era un “derecho puerta”, es decir que nos abre a las posibilidades de ser y pertenecer a un futuro mejor. Y ese futuro para que sea realmente mejor debe ser ambientalmente responsable.

En ese contexto, la educación ambiental no es un tema accesorio, sino la posibilidad de lograr superar los grandes retos actuales: cambio climático, pandemias, hambre, desastres socio-naturales, entre otros y avanzar hacia el país que queremos.

Por todo lo anterior, Clima21 está comprometida con la educación ambiental en todos los niveles y modalidades 


(aunque no tenga fecha de celebración)


Imagen: "Atado a la Naturaleza" de Claudio Gallina. Artista plástico argentino



26 de enero ¿Día de qué?

 




Sólo por insistir lo dicho en este blog desde el 2011: No existe un Día Mundial de la Educación Ambiental. 

Los días mundiales o internacionales son propuestos y oficializados por organismos internacionales como la ONU, UNESCO, etc. No es este el caso. 

Otros días conmemorados a escala global han sido propuestos por grupos u organizaciones, a veces de manera exitosa. Ellos incluyen temas tan variados como el Dia de La Tierra o el "Día Mundial de la Arepa". Pero en todos estos últimos casos existe un origen y proponentes conocidos. Tampoco es aplicable a este Día de la Educación Ambiental. 

De hecho, la Secretaría del Congreso Mundial de Educación Ambiental ha propuesto una fecha para esta conmemoración (que no es el 26 d enero) pero hasta ahora esta propuesta no ha sido acogida internacionalmente. Asimismo hace varios años propusimos celebrar el Día Nacional de la Educación Ambiental el 4 de octubre en homenaje al nacimiento de Francisco Tamayo, uno de los pioneros más importantes de la educación ambiental en Venezuela.


¿Y entonces por qué mucha gente lo nombra?

Desde el 2010 surgió este bulo de Internet aparentemente sin ninguna base. Curiosamente parece que tuvo su origen en un calendario de efemérides ambientales creado en Venezuela y que luego a través de internet se popularizo en otros países. No me ha sido posible conocer de dónde sacaron los redactores de este calendario la información de la existencia de este evento conmemorativo.

En varias publicaciones que he leído se citan supuestas razones a esta fecha conectándola con las llamadas grandes convenciones mundiales de educación ambiental (Belgrado, Tblisi, Moscú) Estos antecedentes al menos son confusos, ya que en ninguno de estos eventos, ni posteriormente, se propuso un día para celebrar o promover la educación ambiental. 

A pesar de ello, todos los años se sigue mencionando esta fecha en muchas efemérides, artículos de prensa y páginas Web. 


¿Y entonces lo desechamos?

Dicho eso, todos somos libres de celebrar o conmemorar lo que consideremos válido de recordar o promover Incluyendo por supuesto a la educación ambiental. 

Por mi parte, no tengo ningún problema en "celebrar" esta fecha, a pesar de que en Venezuela en materia de educación ambiental no tenemos nada que celebrar a este respecto.

Así que bienvenido sea este recordatorio de que una de las tareas fundamentales para la reconstrucción de Venezuela es el diseño de un plan nacional de educación ambiental e impulsar un movimiento educativo que sea capaz de promover e impulsar en todos los ámbitos la enseñanza de las habilidades, valores y conocimientos necesarios para crear una sociedad ambientalmente sostenible, responsable y ética que garantice nuestro derecho a un ambiente sano, seguro y equilibrado.

¡Que viva la educación ambiental! (en su No-Día)