5 mar 2014

Un homenaje a “Fe y Alegría” desde la educación ambiental




"El camino de la libertad para todos, el camino de la prosperidad para todos y, por lo tanto, de la verdadera democracia, tiene que contar con un largo y bello recorrido de muchos años de escuela para todos”
  
“La más grande conquista que Venezuela puede lograr en esta era de progreso, es la Educación Popular Integral. Es la revolución auténticamente creadora. Es la victoria contra la ignorancia que esclaviza al pueblo. Es la resurrección de todas las energías olvidadas”

José María Vélaz, Fundador de “Fe y Alegría”

Camino a Temblador


Temblador es un centro poblado de un poco menos de 40 mil habitantes situado al sureste del estado de Monagas, en Venezuela. Pueblo que creció a la par de un importante campo petrolero. Quizás por eso allí se siente una gran vitalidad económica, a la vez que un aire de campamento temporal sin demasiado orden quizás por la prisa o la falta de atención a eso que llaman ornato.

En julio del 2010 fui a ese pueblo a dictar un taller de educación ambiental para docentes locales.  Hasta ese momento yo tenía muy poca información sobre ese lugar, por lo que no tenía ninguna idea con qué me iba conseguir. Para colmo llegué de noche y mi recibimiento me pareció muy poco propicio: No conseguía donde cenar y el hotel donde debía alojarme quedaba en un sitio que en la oscuridad sonaba inhóspito y poco alentador.

Al amanecer me pasaron recogiendo, y luego de un rápido desayuno, nos dirigimos al sitio donde se realizaría el taller que en este caso sería en una escuela local.

He participado en eventos educativos en muchas partes del país. He visto planteles escolares bastante aceptables y otros no tanto, pero también muchos (quizás demasiados) muy poco propicios para la formación de niños y jóvenes. Desde uno que parecía una cárcel con sus muros grises y sucios y sus rejas que cerraban el acceso a toda ventana y toda puerta, hasta el que sus techos se caían sobre unas aulas de escasos pupitres destartalados, que competían, en penuria, con la fetidez e inmundicia de sus baños.

Escuela "Fe y Alegría" Temblador
Tomado de su cuenta de Facebook
Pero al llegar a la escuela me quedé pasmado. Un amplio terreno con construcciones sencillas pero muy bien mantenidas, hermosos patios llenos de ixoras en flor, carteleras llenas de color y vida, aulas amplias, luminosas y bien ventiladas y mucha gente sonriente y trabajadora. Era el mes de julio, las clases habían terminado, pero decenas de chicos y jóvenes con sus maestros limpiaban, pintaban, arreglaban su colegio como parte de su labor educativa: Había llegado a la escuela de “Fe y Alegría” de Temblador.



Pero lo mejor estaba por llegar. Durante todo el taller nuestros anfitriones: docentes, obreros y personal administrativo derrocharon amabilidad, entusiasmo, ganas de aprender, orgullo por su institución y eso, que ya no está de moda, que antes llamaban mística. A lo largo de todo el día oí historias que hablaban de valores, tenacidad y amor por la enseñanza, por su comunidad, por sus niños y jóvenes.

Era la escuela donde, sí pudiera, cualquiera quisiera tener a sus hijos.

“Fe y Alegría comienza donde termina el asfalto”


Pero qué es “Fe y Alegría”: En una de sus páginas web se lee que es un Movimiento Internacional de Educación Popular Integral y Promoción Social, cuya acción se dirige fundamentalmente a los sectores empobrecidos y a los excluidos, a fin de potenciar su desarrollo personal y participación social.

Esta obra nace en Venezuela en 1955 por iniciativa del sacerdote jesuita José María Vélaz con el propósito de crear y mantener servicios educativos de calidad dirigidos a las zonas más deprimidas tanto en áreas urbanas como rurales. A partir de su creación su desarrollo ha sido vertiginoso y se ha extendido no sólo en todo el país, sino al menos dieciséis países de América Latina y el Caribe.

Pero quizás tan importante como su obra tangible, son los valores que sustentan su trabajo, los cuales están fundamentados en una profunda valoración de la gente, particularmente la más empobrecida y en sus capacidades, las cuales son potenciadas a través de ofrecerles una educación de calidad, llena de valores positivos, espiritualidad y amor.

Este esfuerzo tiene como propósito el desarrollo de las personas a través de la educación para una vida próspera, responsable, autónoma y solidaria.

Quizás una frase de su fundador que pone en perspectiva estas ideas y que tiene fuertes resonancias en nuestra Venezuela actual es la siguiente:

“Mientras la mayoría de los hombres sean esclavos de su propia ignorancia, es quimérico reclamar para ellos derechos ulteriores que no sabrán comprender, utilizar ni defender. Sin la educación integral del pueblo, la democracia es una falsificación de la que se apoderan unos cuantos demagogos cuyo auténtico feudo es la ignorancia de las masas”.

Un corazón verde en la mitad de su alma


 “Los alumnos vivirán aquí animados por una pedagogía activa, en medio de una naturaleza exuberante. No estudiarán la teoría en libros o pizarrones, sino viéndola en las cosas, en las plantas y en los animales, y asimilándola después resumida en los textos impresos” 
José María Vélaz, Fundador de “Fe y Alegría”

Para mí personalmente (es un sesgo de educador ambiental) la propuesta y la obra de “Fe y Alegría” tiene un componente adicional muy importante: Su apuesta por la educación ambiental expresada tempranamente en su desarrollo institucional.

Para mucha gente en Venezuela la educación ambiental es sinónimo de clases de ecología y unas pocas actividades frecuentemente sin trascendencia ni propósito. Lo que vi en Temblador era una apuesta por una educación donde lo ambiental trascendía el libro y se convertía en práctica del buen vivir.

De nuevo, estas ideas fueron mejor explicadas por el Padre Vélaz:

Escuela de "Fe y Alegría" Temblador
Tomado de su página de Facebook
“Entre las variadas escuelas de pedagogía, siempre domina una concepción urbanística de la educación. Si se piensa en la naturaleza y en los grandes ambientes naturales, estas consideraciones tienen un convencionalismo declamatorio y mantienen a la inmensa mayoría del alumnado de espaldas a las maravillas naturales que nos ofrece la tierra. Fe y Alegría ha incluido a la naturaleza, como gran maestra en el elenco de sus preocupaciones pedagógicas”.

No siempre las escuelas de “Fe y Alegría” están rodeadas de naturaleza, ni tienen acceso fácil a las maravillas que brinda la misma. Por lo contrario, muchas están situadas en zonas económica, social y ambientalmente empobrecidas. Los ambientes de la pobreza, en Venezuela y en casi todo el mundo, son el resumen de todas las miserias y errores que la civilización ha creado como producto secundario de sus ilusiones de progreso. Pero en el medio de esos ambientes poco propicios, sus escuelas dentro de sus limitaciones, brindan espacios limpios, sanos y agradables, formando la idea que la pobreza no tiene que estar acompañada de la degradación del ambiente humano, ni espiritual. Para mí esta es la verdadera educación ambiental, la enseñanza en la práctica cotidiana de que todos podemos tener el derecho, sin exclusiones, a disfrutar a un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado, que todos debemos participar en hacer valer ese derecho, así como la práctica del amor por tu comunidad y tu escuela, el respeto mutuo y la acción solidaria y amorosa por las personas y todas las formas de vida.

Como cierre de este artículo, en ese taller en Temblador que nombré al inicio de este artículo, los docentes participantes, tanto de la escuela de “Fe y Alegría”, como es justicia reconocerlo, de otras instituciones educativas, compusieron este “Rap de la Biodiversidad Tembladoreña”

I
La diversidad de la vida
Se encuentra por doquier
Por eso amigos míos
La debemos proteger

II
El desarrollo sustentable
Lo debemos implementar
Para asegurarle la vida
A mi pueblo natal

III
El Municipio Libertador
Tiene hermosuras sin igual
Sus paisajes lo adornan
El temblador  y el morichal

IV
La cultura es diversa
Pero solo les voy hablar
Del chinchorro de moriche
Y la medicina tradicional

V
El ecosistema brinda beneficios
Que debemos aprovechar
Hace préstamos facilitos
Pero qué difícil es pagar

Autores: Mirlenys Pagola, Netzabeth Maestre, Nuvia Seijas, Martha Aray, Mary Ramos

Muchísimas gracias a los docentes de Temblador, en particular los de “Fe y Alegría”, por enseñarme sobre su ambiente, su cultura, pero sobre todo a tener la certeza de que, a pesar de los obstáculos que nos hemos construido, si es posible construir un mejor País para todos.